siempre me ha llamado la atención la estética o la idea de la estética de una novia dejada en el altar, de esas que se desquician y se vuelven locas, marcándolas de por vida, tal vez de ahí mi afición a Mrs. Dinsmoor de Grandes esperanzas, que en el libro es más exagerado que en la película por que en el libro dice que se paseaba aún después de años de la que se supondría sería su boda, caminando en encaje amarillento y roído por las polillas, con los relojes de las paredes detenidos en la hora de su boda. La torre de copas de champagne a medio destruir y el olor a gato por toda la mansión. Y luego el encaje esta en tendencia y te puedes hacer del look facilmente. Luego Rodarte saca unos vestidos con esa onda y me enamoro. Y justo en este instante me gustaría pasear en mi bicicleta, remojada con uno de estos vestidos, (si es que empezó a llover).
Y es que yo sé que su inspiración fue las muertas de Juárez pero a mi me late mas esta onda de la novia dejada.. yo creo es el morbo. Que si actualmente eso no pasa que ahora se casan al fin que al rato se divorcian etc. El otro día alguien dijo que socialmente sonaba mejor divorciada que quedada.. y me parece tremenda estupidez. pero que le vamos a hacer?
Los zapatos no me encantan pero los vestidos, tienen este aire de ser viejos y delicados, como si el tiempo hubiera acabado con ellos y con un suspiro polvo se harán. -sigh- sólo una bonita historia sin final.