18.3.09

keeping up with the blogging thing

Hace unas semanas, mas exactamente 2 y media recibí en mi hogar/cuartito, llamale-como-quieras. A una compañera que decidí se llamaría Catalina, si puede ser nerd y no sonar tan bonito pero se llama asi after Kate Moss. Duh. Es mi muñeca de tamaño real. Yo le visto y ella a cambio me brinda compañía y proyecta su silueta através de la ventana dando la ilusión de que al regresar a casa alguien me espera. Pero no hay ni una palabra. ¿Qué más se puede esperar de un maniquí? La otra roomie, Camila, resultó ser Camilo y le cambié el nombre a Syd, decidí ser mas tolerante con él antes ella ya que es un bebe, bueno en años conejunos debe ser aborrecente o algo así. El punto es que entre mis ataques de consumismo y mis salidas nocturnas no les he puesto mucha atención. Soy mala madre. y sí mantenida por mis padres.

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