por fin la vi, en el cineforo este sábado, mi primer salida de mi nueva locación, en el neighborhood, tan deseado que se hace realidad, que me permite adentrarme en el foro clandestino donde se proyectan películas "rebeldes". Despúes de una larga caminata desciendo las escaleras desde la calle sin poder evitar el sonido de los tacones golpeando el concreto y atravieso las puertas de cristal. Sigo el largo pasillo iluminado raramente con boletines adheridos a los muros. Doblo a la izquierda y llego ala ventanilla donde una voz pregunta: que desea. Ordeno un boleto para la función mas proxima y por debajo del cristal ahumado una mano desliza el papel sellado. De igual manera le extiendo el billete y unas monedas tintinean en el hueco de metal. Me retiro y me topo con el guardia quien indiferente recibe el papel rotulado y se hace a un lado permitiendome el paso. Camino y doblo a la izquierda nuevamente, al fondo se distingue la dulcería, avanzo temerariamente y la falda ondea por el roze con el viento. A la izquierda se encuentran las 2 puertas por las cual una escalera me conduce un poco mas abajo, me coloco hasta atras, para poder huir con facilidad en caso necesario, tomo asiento al fondo, a un lado de unas señoras que no terminan de encajar allí, las luces se van y de inmediato aparecen proyecciones en la pantalla blanca al fondo del escenario. Esas señoras me miran fijamente y las ignoro sumergiendome en la historia de Ian, viendo sus ataques epilepticos y su forma de actuar. Las señoras debieron equivocarse de función pues a los 10 minutos se marchan dejando mas huecos en la larga fila de asientos de terciopelo rojo. Los minutos transcurren y la sucesion de imagenes monocromaticas se acompaña de algunas canciones que penetran mis oidos no agresivamente, sino con suavidad. Mi corazón se agita con una en particular. Y llega el final, acompañado de unas chimeneas humeantes. Salgo como entré, y me encuentro con la oscuridad de la noche que ha llegado y me deja pensar tranquilamente. en silencio. Cruzo el largo corredor que me conduce a la puerta de los departamentos y me acuesto en mi cama.
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